Con la tragedia de la II guerra mundial, iniciada por el nazismo alemán invadiendo Polonia, encontramos el inicio de la primera difusión de las revelaciones de Nuestro Señor a la polaca Santa Faustina Kowalska; pero justamente en la propagación dolorosa y desesperada iba transmitiéndose por transcripciones erradas, tanto que a los pocos años fue prohibida por la Santa Sede.
Mientras fue arzobispo de Cracovia, Polonia, donde reposan los restos de Santa Faustina, el entonces cardenal Karol Wojtyla, visitando innumerables veces y rezando en la tumba de esta “Apóstol de la Misericordia”, hizo todo a su alcance para aclarar las confusiones de esta devoción. Nuestro Señor a Santa Faustina: “He amado a Polonia de modo especial y si obedece mi voluntad, la enalteceré en poder y en santidad. De ella saldrá una chispa que preparará el mundo para mi última venida”...
El 15 de abril de 1978, el arzobispo de Cracovia, Karol Wojtyla, obtuvo de la Santa Sede, de la Congregación de la Doctrina de la Fe, la aprobación de esta devoción. Ya había introducido la causa de beatificación de la religiosa Faustina. A los seis meses, él fue nombrado sucesor de Pedro. Da que pensar también, el hecho que días atrás, 02 de abril 1978, fue en ese año la Fiesta de la Misericordia Divina, como sabemos en esta misma Fiesta, 02 de abril del 2005 nació al cielo Juan Pablo II, en occidente, y ya 03 de abril en el oriente del mundo.
18 de abril 1993, FIESTA DE LA MISERICORDIA DIVINA, Juan Pablo II beatifica en Plaza San Pedro, a Faustina. (Sin aludir públicamente a esta fiesta de la Misericordia).
10 de abril 1994, FIESTA DE LA MISERICORDIA DIVINA, Juan Pablo II concede la hermosísima iglesia del ESPIRITU SANTO in Sassia, a 100 metros de la Plaza San Pedro, Roma, a la congregación de Faustina Kowalska, como centro de difusión del culto a la Misericordia Divina.
23 de abril 1995, FIESTA DE LA MISERICORDIA DIVINA, en esa misma Iglesia del Espíritu Santo, Juan Pablo II celebra por primera vez públicamente como Pontífice esta fiesta.
En los años sucesivos, 96, 97 y 98, en esa Iglesia del Espíritu Santo, celebra esta fiesta, el vicario del Papa, para Roma, el Cardenal Camilo Ruini.
07 junio 1997, el Papa Juan Pablo II visita por primera vez como Pontífice, el Santuario de la Misericordia Divina, en su visita a Cracovia, en su Polonia natal.
11 de abril 1999, se celebra por primera vez en la Plaza San Pedro, del Vaticano, la FIESTA DE LA MISERICORDIA DIVINA.
30 de abril 2000, Año Santo, FIESTA DE LA MISERICORDIA DIVINA, es canonizada FAUSTINA KOWALSKA...(además otros aniversarios: un 30 abril 1925, iniciaba su noviciado Faustina; un 30 de abril hizo sus votos temporales y otro 30 de abril hizo sus votos perpetuos. El 30 abril de 1945 se suicidaba Adolfo Hitler)
22 de abril 2001, FIESTA DE LA MISERICORDIA DIVINA, el amadísimo Juan Pablo II proclamó el domingo después del de Resurrección, Domingo de la Misericordia Divina, llevando a cumplimiento total todas las exigencias de Nuestro Señor respecto a estas revelaciones.
17 de agosto 2002, el Santo Padre Juan Pablo II fue expresamente a su amada Cracovia, y consagró el maravilloso nuevo santuario de la Misericordia Divina, sin saber que sería su última visita a su tierra polaca.
2 de abril 2005, en primeras vísperas en occidente, de la FIESTA DE LA MISERICORDIA DIVINA, y ya 03 de abril para el oriente, nacía al cielo desde Roma, el amado JUAN PABLO II .
“ Faustina escribe de mi Misericordia. Di a las almas que es en el tribunal de la Misericordia donde han de buscar consuelo; allí tienen lugar los milagros más grandes y se repiten incesantemente. Para obtener este milagro no hay que hacer una peregrinación lejana ni celebrar algunos ritos exteriores, sino que basta acercarse con fe a los pies de mi representante y confesarle su miseria y el milagro de la Misericordia de Dios se manifestará en toda su plenitud. Aunque un alma fuera como un cadáver descomponiéndose de tal manera que desde el punto de vista humano no existiera esperanza alguna de restauración y todo estuviese ya perdido, no es así para Dios. El milagro de la Divina Misericordia restaura a esa alma en toda su plenitud. Oh infelices los que no disfrutan de este milagro de la Divina Misericordia; lo pedirán en vano cuando sea demasiado tarde.”
ELIANA BAEZ
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